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Jul 18, 2023

Gibson sólo fabricó 98 Flying V en la década de 1950

Este ejemplar de 1958, actualmente en subasta, no se parece a ningún otro V en la historia de Gibson: exploramos sus numerosas peculiaridades y la historia del icónico diseño.

Este ejemplar de 1958, actualmente en subasta, no se parece a ningún otro V en la historia de Gibson: exploramos sus numerosas peculiaridades y la historia del icónico diseño.

Investigar y autenticar guitarras es claramente una parte agradable del trabajo para el subastador de guitarras e instrumentos musicales de Gardiner Houlgate, Luke Hobbs, y está claro que le metió el diente a un tal Flying V de 1958.

“El vendedor compró la guitarra a finales de 1990”, nos cuenta, “y un coleccionista llamado Julian Marsh la importó de Estados Unidos al Reino Unido en 1989. Solía ​​viajar a Estados Unidos con amplificadores Vox y Marshall antiguos y cambiarlos por guitarras americanas. Esta Flying V había llegado a una tienda llamada American Guitar Center en Washington [DC] que estaba dirigida por un tipo llamado John Sprung, y Julian le compró la guitarra, junto con parte de su historia.

“Originalmente lo vendió una tienda llamada Thomas Piano Company en Newport News, Virginia”, continúa. “Washington es una especie de ciudad grande más cercana, por lo que se supone que solo viajó una distancia corta, pero no sabemos si John Sprung la obtuvo del propietario original.

“Cuando llevó la guitarra al Reino Unido, Julian se la vendió a Jed Johnson, otro coleccionista, pero sólo la conservó durante unos seis meses. Se puso en contacto con nuestro vendedor y le ofreció la opción de dos Flying V, el 1958 y el 1959, que también tenían algunos problemas. Después de probar ambos, eligió el 1958 porque pensó que sonaba mucho mejor y tenía su caja original. Pero sobre todo prefería el perfil de cuello más pequeño”.

La mención del mástil nos lleva a la modificación más significativa que se le ha realizado a la guitarra. Un propietario anterior decidió reducir el ancho del diapasón, y ahora mide 40 mm en la cejilla en lugar de los 42,8 mm típicos de las Gibson de esta época. Nos abstendremos de comentar sobre el acierto de esta decisión, pero podemos informar que quien realizó el trabajo tenía algunas habilidades.

Dado que no hay daños en el cuerpo y los delgados trastes de 1958 parecen ser originales, sugerimos que se haya quitado el diapasón y se haya rectificado a lo largo de los bordes. Una vez vueltos a colocar, se remodelaron los hombros del mástil para que coincidieran con los bordes más estrechos del diapasón.

"Asumimos que se hizo bajo el cuidado de quien lo tuvo antes de John Sprung", sugiere Luke. “La guitarra también ha sido repintada al menos dos veces y una vez estaba verde a juzgar por los restos de laca que quedaban en las cavidades de control.

“También tiene una reparación en el cabezal, donde se volvió a pegar una 'ala' con tacos. El sello del número de serie de fábrica desapareció, pero creemos que volvieron a colocar el número de serie original '8-2685' cuando se volvió a pintar la guitarra con laca transparente. La fuente es incorrecta, pero el número coincide con la decimoquinta Flying V producida según la lista del libro mayor de Gibson, que también muestra que la guitarra fue enviada a Thomas Piano Company.

“Sabemos que el número de serie actual estaba en la guitarra cuando Julian Marsh la compró, y el número se puede ver en fotografías tomadas en 1991 para The Ultimate Guitar Book de Tony Bacon. El libro de contabilidad de Gibson no se hizo público hasta que se publicó The Flying V [: La historia ilustrada de esta guitarra modernista de Larry Meiners] en 2001, por lo que el número de serie es correcto o una suposición increíblemente afortunada”.

Todo el hardware y la electrónica originales están presentes. Los potenciómetros datan de 1958 y, aunque el condensador no es del tipo que se ve normalmente en las Gibson de finales de los años 50, se puede ver un condensador idéntico en un vídeo de YouTube en el que Joe Bonamassa desmantela una Flying V de 1958.

Muy poco del baño de oro sobrevive en la parte superior de las cubiertas del PAF, pero aún se puede ver en los lados donde los anillos de plástico han brindado protección. Todos los botones del afinador tipo tulipán se estaban encogiendo cuando el propietario actual compró la guitarra y desde entonces se han desintegrado. Los escombros fueron cuidadosamente embolsados ​​y se incluirán en la venta. Afortunadamente, sin embargo, a la punta del interruptor y a las perillas les ha ido mejor.

El color amarillento extremo de la cejilla sugiere que está hecha de hueso, por lo que es probable que el nailon original se haya descartado cuando se modificó el diapasón. Fotografiamos la guitarra con su puente ABR-1 original pero ruidoso, pero la reproducción del propietario estaba instalada cuando probamos la guitarra.

El poste roscado en el lado de los agudos sobresale por encima del puente. Y aunque Luke tiene las dos publicaciones originales, una es un poco más corta y cree que parte se ha roto dentro del cuerpo. A juzgar por los tres agujeros tapados en la parte superior y el adicional en el golpeador, probablemente se instaló en algún momento un vibrato Bigsby en forma de herradura.

Por muy escasos que sean los V de los años 50, los estuches son aún más difíciles de encontrar y este ejemplo viene con el estuche más raro de todos, como explica Luke: “El revestimiento es de sangre de buey, pero en todos los lugares donde he buscado los V del 58 y el 59 habrían Estuches con forro rosa. Los libros de referencia en realidad no indican el color del revestimiento, pero, curiosamente, la Guía de precios de guitarras antiguas menciona específicamente la caja de color sangre de buey.

“Encontré un par de fotografías V que mostraban cajas revestidas de sangre de buey”, añade, “y se afirmaba que una de ellas era un prototipo. Entonces, tal vez solo los primeros tenían estos casos, y eso se relacionaría con que este sea el 15º Flying V. De las últimas cinco o seis transacciones del Flying V de la década de 1950 que conozco, me han hecho creer que la mayoría No tenía estuches originales. Así que es un gran punto de venta para esta guitarra”.

Gardiner Houlgate nos dejó sueltos con la V y un amplificador Fender de tweed y, a pesar de las modificaciones del mástil, la guitarra suena bastante bien y las cuerdas Mi no se caen del borde. El tono impresiona, con un par de PAF bien equilibrados y de sonido fino, y los controles tienen el rango operativo de 1 a 10 que caracteriza a las Gibson de los años 50 y de alguna manera elude a la mayoría de los potenciómetros modernos.

Si bien comparte características de sostenido y floración de notas con 'Bursts, esta V tiene un tono más aireado y transparente, con mucho mordisco y gruñido nervudo.

Si bien comparte características de sostenido y florecimiento de notas con 'Bursts, este V tiene un tono más aireado y transparente, con mucho mordisco y gruñido nervudo. Los medios están ligeramente redondeados, lo que los priva del grosor y del contenido armónico denso que se puede obtener con algunos SG. Korina definitivamente tiene sus propias características dinámicas y tonales, y rápidamente es evidente por qué SRV pudo imitar los tonos Flying V de 1958 de su héroe Albert King usando una Stratocaster.

Este escritor ha jugado un Flying V de los años 50 antes de este ejemplo y recuerda un perfil D completo pero suave que era bastante diferente a los 'Bursts y ES-335 de la época. Fue muy bien replicado en la Epiphone Flying V de Joe Bonamassa, pero, en verdad, el perfil del mástil en la V de Gardiner Houlgate se parece más a un Melody Maker SG de finales de los años 1960.

Las korina V originales son extremadamente coleccionables y rara vez salen a la venta, aunque hay algunos ejemplos aún más raros. Cuando el Flying V no logró despegar, Gibson silenciosamente dejó de producir en 1959, o eso es lo que se cree ampliamente. Sin embargo, ahora se sabe que Gibson continuó ensamblando Flying Vs y Explorers en la década de 1960 por pedido personalizado utilizando mástiles y cuerpos sobrantes de la década de 1950.

La evidencia de que Gibson conservó cuerpos y mástiles sobrantes aparece en el libro de Gil Hembree Gibson Guitars: Ted McCarty's Golden Era 1948-1966. Jim Deurloo, antiguo empleado de Gibson y cofundador de Heritage, recuerda 25 Flying V y Explorer sentados “en un estante fuera de la oficina durante literalmente años… todos estaban hechos de korina”.

Aquellos que se han topado con Flying Vs y Explorers de principios de la década de 1960 informan que Gibson usó todas las piezas que estaban actuales. En cuyo caso, cualquier korina V genuina de los años 60 debería tener botones de afinador de doble anillo, humbuckers con número de patente, puentes cableados con monturas de nailon y perillas reflectoras, y herrajes niquelados.

El interés en los cuerpos sólidos de Gibson descontinuados de la década de 1950 aumentó durante los años 60 cuando una nueva generación de rockeros de blues descubrió lo que estos modelos podían hacer a través de Marshalls mejorados. La Les Paul regresó a la línea de productos de Gibson en 1968, pero en realidad fue precedida por la Flying V.

Gibson produjo dos prototipos en 1966 y comenzó la producción en 1967. A pesar del clamor por las guitarras de los años 50, Gibson optó por rediseños, en lugar de reediciones. Los cambios tuvieron sentido desde una perspectiva de producción, con la caoba reemplazando a la korina y nuevas opciones de acabado Sunburst, Sparkling Burgundy, Cherry y Walnut.

Las pastillas, los controles y el jack se agruparon en un golpeador rediseñado, lo que simplificó el cableado, y la carrocería adquirió un cordal de tope regular y hombros más suaves alrededor de la articulación del mástil.

A pesar del respaldo de un tal Sr. Hendrix, Gibson sólo fabricó 175 Flying V entre 1966 y 1970. Siguieron números limitados de Medallion V entre 1971 y 1974, y la producción del V se reanudó en 1975.

A pesar del respaldo de un tal señor Hendrix, Gibson sólo fabricó 175 Flying V entre 1966 y 1970.

Gibson ahora fabrica una variedad de reediciones antiguas y Joe Bonamassa Flying V de Epiphone es una opción excelente y actualizable, si puede encontrar una. No son tan cómodos para jugar sentados, pero cuelgan una V de una correa y todo encaja. Gibson estaba muy por delante en 1958 y, aunque tomó un tiempo, la Flying V ahora es ampliamente reconocida como un clásico del diseño de guitarras.

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Huw comenzó en estudios de grabación, trabajando como ingeniero de sonido y productor para David Bowie, Primal Scream, Ian Dury, Fad Gadget, My Bloody Valentine, Cardinal Black y muchos otros. Su libro, Recording Guitar & Bass, se publicó en 2002 y pronto siguió una carrera independiente en el periodismo. Ha escrito reseñas, entrevistas, talleres y artículos técnicos para Guitarist, Guitar Magazine, Guitar Player, Acoustic Magazine, Guitar Buyer y Music Tech. También ha contribuido a varios libros, incluido The Tube Amp Book de Aspen Pittman. Huw construye y mantiene guitarras y amplificadores para clientes y se especializa en restauración antigua. Proporciona servicios de consultoría para fabricantes de equipos y, en ocasiones, se le puede atraer de nuevo al estudio.

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